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martes, 19 de noviembre de 2013

Nuevo i3 de BMW

Antes de que finalice el presente año BMW presentará en nuestro país el nuevo eléctrico i3, un eléctrico 100x100. Se trata de un desarrollo efectuado en EEUU. La factoría estadounidense de la marca alemana se ocupa del primer tratamiento del material con el que está hecho la carrocería: polímeros reforzados con fibra de carbono. Este material, propio hasta ahora de la competición o de los grandes superdeportivos, hace que el cuerpo sea un 30% más ligero que uno de acero, aparte de hacer más fáciles y baratas las reparaciones de los pequeños golpes. Como también toda la parte inferior del i3 -donde descansan el motor, el cambio o las baterías (que pesan 230 kilos)- está hecha de aluminio; se ha empleado magnesio y un método que requiere menos pintura, se logra el primer objetivo buscado: hacer el vehículo lo más ligero posible para aumentar la autonomía con una determinada batería, o poder colocar otra más grande.

Vanguardista aspecto del novedoso BMW i30

En concreto, el i3 tiene un peso de 1.270 kilos en la variante 100% eléctrica y de 1.390 en la de autonomía extendida. Esta segunda se venderá en 2014 y recurre a un pequeño motor de dos cilindros y 650 cc. que actúa como generador de electricidad cuando se ha agotado la almacenada. Aunque no tiene un gran recorrido: con un depósito de unos nueve litros, daría para unos 140 kilómetros extras haciendo la conducción más eficiente posible.

Nada es igual al i3 porque su personalidad está por encima de criterios y estilos

La revolucionaria construcción tiene otras ventajas, pues la rigidez de la célula del habitáculo permite prescindir del pilar central. Esto tiene sus pros y sus contras. Entre los primeros, que se facilita el acceso al interior, homologado para cuatro ocupantes y con la banqueta posterior colocada un poco más alta. Aunque no es tan sencillo como parece, hay que desplazar sí o sí el asiento delantero y superar un escalón bastante ancho. Además, las puertas traseras, que se abren en sentido contrario a la marcha, sólo se pueden abrir si antes lo hacemos con la delantera y esta no cierra si no lo está ya la posterior. 

El diseño es impecable, tanto en el exterior como su espacio interior. La fuerza visual se va a las dos pantallas de información, una con todo lo referente al sistema de propulsión, que va colocada delante del volante, y otra mucho más grande, para el sistema multimedia y de comunicaciones, que va en la parte central del salpicadero. El cambio automático de variador continuo se gestiona a través de un mando bastante curioso. Los demás, como los colocados en el túnel central, son los ya conocidos de otros BMW. 



En cuanto a su propulsión, la marca no ha deseado escatimar ni un euro y ha montado un motor eléctrico de 170 caballos, con un enorme par de 250 Nm que, como pasa con esta tecnología, esta disponible desde casi el primer metro. De modo que cuando se pisa el acelerador empuja desde el principio. Las cifras oficiales de BMW marcan a este vehículo: de 0 a 100 en 7,2 segundos y 4,9 segundos en pasar de 80 a 120 km/h. El resultado, es una autonomía que oscila entre 130 y 160 kilómetros seleccionando el modo de conducción Comfort. Hay otros dos, el Eco Pro y el Eco Pro+ que añaden otros 20 kilómetros extras en cada caso. Cuanto tengamos oportunidad de conocer más a fondo este atractivo automóvil ampliaremos esta información.